May 11, 2022

La Quinta








 

PROPIETARIO

D. Álvaro Martínez Conradi

REPRESENTANTE

D. Álvaro Martínez Conradi

SEÑAL

Orejisanas ambas

FINCAS

Fuenlahiguera, Palma Del Río (Córdoba); El Molino y Dehesa Las Piedras, Constantina (Sevilla)

PROCEDENCIA

Santa Coloma - Buendía

ANTIGÜEDAD

18/04/1831

ANTECEDENTES

En 1884 don Carlos Conradi compró la mayor parte de la ganadería de don Ángel González Nandín que procedía de la formada a finales del siglo XVIII por el Marqués de Casa Ulloa. En 1904 don Carlos le agregó un semental de don Eduardo Ibarra, pasando en 1911 a don Juan Bautista Conradi y, al fallecimiento de este, a sus hijos. En 1952 se dividió entre ellos, siendo vendida en 1955 una parte a don Rafael Espinosa de los Monteros. En 1981 la adquirió doña Carmen Rodríguez y Villadiego, quien la vendió en 1987 a los señores Soto de Luis. En 1992 don Álvaro Martínez Conradi adquirió los derechos del hierro, conservando el diseño, antigüedad y divisa, traspasando a este toda la vacada de La Quinta que había sido formada con vacas y sementales de don Joaquín Buendía.

ENCASTE

Fue formado en 1905 por el Conde de Santa Coloma a partir de dos sangres de Vistahermosa, la de Saltillo y la de Ibarra.  

La ganadería de Saltillo, que pasaría en 1918 a don Félix Moreno Ardanuy, es origen de la mayoría de vacadas mexicanas y de otras como la de Albaserrada, en la que predominó esta sangre sobre la ibarreña. La ganadería de Ibarra se vendió en dos lotes, uno fue a manos de don Fernando Parladé y otro a Manuel Fernández Peña, a quien, un año después, compró el Conde de Santa Coloma. Con esta sangre nacieron ganaderías como las de Coquilla (1916) y la de Graciliano Pérez-Tabernero (1924).

El Conde de Santa Coloma llevó las dos sangres por separado y, al tiempo, mantuvo una línea en la que se cruzaron ambas procedencias. Mientras los toros de origen Ibarra, con mayoría de pelos negros, son más hondos, con más morrillo y más suaves en las embestidas, los de Saltillo son de pelos cárdenos, degollados de papada, más finos de cabos y más temperamentales. La mezcla de ambas sangres dio origen a uno de los grandes encastes del siglo veinte, que fue depurado por la familia Buendía al comprar en 1932 toda la vacada de Santa Coloma y el hierro original.

Las características de este tipo de ejemplares, en su derivación Buendía, hacen muy difícil su presencia en corridas de toros para plazas de primera si se quiere mantener el tipo original. Durante el siglo pasado, los “santacolomas” fueron pieza importante de los grandes triunfos, como los conseguidos por Pepe Luis Vázquez, Luis Miguel Dominguín, José María Manzanares o “Paquirri”.

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