En la concurso de Zaragoza del año 2018, saltó al ruedo una obra escultural en forma de toro que rozaba la perfección.
Aguardentero-31, reata clásica de Tomás Prieto de la Cal y que en otras ocasiones ofreció espectáculo de bravura y casta en varas, no fue propia en esta ocasión....
Lo que sí quedó plasmado es el trapío añejo del toro de Veragua. Robusto de piel, pero armónico y fino de hechuras. Sin necesidad de reventar la romana, pues no llegaba a 500 kg de peso.
Como una pintura ancestral. Como una escultura pagana de dioses con forma de toro. Como el honor, vestido de jabonero veragüeño. Como el orgullo de defender una divisa legendaria.
Aguardentero-31, reata clásica de Tomás Prieto de la Cal y que en otras ocasiones ofreció espectáculo de bravura y casta en varas, no fue propia en esta ocasión....
Lo que sí quedó plasmado es el trapío añejo del toro de Veragua. Robusto de piel, pero armónico y fino de hechuras. Sin necesidad de reventar la romana, pues no llegaba a 500 kg de peso.
Como una pintura ancestral. Como una escultura pagana de dioses con forma de toro. Como el honor, vestido de jabonero veragüeño. Como el orgullo de defender una divisa legendaria.
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