(por Manolo Herrera en Facebook)
¿Sabia usted que el origen del tercio de banderillas es un desarrollo de una idea de “Paquiro” en 1830?
El toreo se realizaba originalmente a caballo y era un d...eporte reservado para la aristocracia. Se practicaba de dos maneras distintas: o bien el jinete y su montura se enfrentaban cara a cara con el toro, o bien lo atacaban por un costado intentando atravesarlo con una lanza durante la lucha.
El toreo se realizaba originalmente a caballo y era un d...eporte reservado para la aristocracia. Se practicaba de dos maneras distintas: o bien el jinete y su montura se enfrentaban cara a cara con el toro, o bien lo atacaban por un costado intentando atravesarlo con una lanza durante la lucha.
Gonzalo Argote de Molina fue el primero en escribir las reglas del toreo en su “Libro de Montería”, que Alfonso XI le pidió escribir. Sin embargo las normas más detalladas sobre la práctica del toreo a caballo se escribieron a mediados del Siglo XVII.
Los ayudantes sólo estaban para entregar las lanzas a sus señores o ayudarles a subir al caballo si se caían durante la lidia.
La transformación radical del toreo tuvo lugar cuando Felipe V prohibió a los nobles su práctica ya que consideraba este deporte como un mal ejemplo para la educación del público.
Desde entonces los ayudantes de los aristócratas, gente del pueblo, les reemplazaron y comenzaron a torear desarmados, esquivando al toro, saltando por encima de él con una vara, alzando pequeñas lanzas (origen de las banderillas actuales) y también valiéndose de objetos o trapos para evitar a las bestias; un pasatiempo que caló tan hondo y se hizo tan popular que eminentes investigadores como Thebusen y el Conde de las Navas empezaron a llamarlo “la más nacional” de las fiestas.
El paso del toreo a caballo al toreo a pie tuvo lugar en 1724. En esos tiempos no existían los carteles y las corridas de toros eran anunciadas por el pregonero del pueblo.
El segundo tercio de la lidia tiene un origen relativamente moderno ya que fue Francisco Montes “Paquiro”, quien por 1830 lo formalizó para uso y lucimiento exclusivo de los banderilleros, algo que antes tampoco existía, pues era común que picadores, vara en ristre, y “rehileteros”, banderilla en mano, compitieran entre sí por atraerse la atención del toro en una mescolanza de suertes, hoy ordenadas en tercios.
Los ayudantes sólo estaban para entregar las lanzas a sus señores o ayudarles a subir al caballo si se caían durante la lidia.
La transformación radical del toreo tuvo lugar cuando Felipe V prohibió a los nobles su práctica ya que consideraba este deporte como un mal ejemplo para la educación del público.
Desde entonces los ayudantes de los aristócratas, gente del pueblo, les reemplazaron y comenzaron a torear desarmados, esquivando al toro, saltando por encima de él con una vara, alzando pequeñas lanzas (origen de las banderillas actuales) y también valiéndose de objetos o trapos para evitar a las bestias; un pasatiempo que caló tan hondo y se hizo tan popular que eminentes investigadores como Thebusen y el Conde de las Navas empezaron a llamarlo “la más nacional” de las fiestas.
El paso del toreo a caballo al toreo a pie tuvo lugar en 1724. En esos tiempos no existían los carteles y las corridas de toros eran anunciadas por el pregonero del pueblo.
El segundo tercio de la lidia tiene un origen relativamente moderno ya que fue Francisco Montes “Paquiro”, quien por 1830 lo formalizó para uso y lucimiento exclusivo de los banderilleros, algo que antes tampoco existía, pues era común que picadores, vara en ristre, y “rehileteros”, banderilla en mano, compitieran entre sí por atraerse la atención del toro en una mescolanza de suertes, hoy ordenadas en tercios.
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