July 9, 2021

Los Sanjuanes de Coria (Cáceres)


 (from the Fundacion del Toro de Lidia Facebook page)

Hoy os vamos a hablar de ritos ancestrales y arraigados, heredados de generación en generación. De una fiesta que debería celebrarse esta semana y que es mucho más que soltar toros por las calles.

Es completamente imposible hablar de Coria (Cáceres), de su cultura y su forma de entender la vida sin mencionar la simbología del toro. Si no hubiera habido pandemia, estaríamos hablando de seis días de festividad taurina en los que se involucra todo el pueblo. Los toros de San Juan de Coria se remontan a hace mucho, mucho tiempo.
Concretamente al siglo VIII a.C, durante la época de los Vettones, pueblo de etnia celta que rendía culto al toro como animal sagrado. La primitiva Caura era la capital del territorio, y en su castro fortificado debieron realizarse ritos de tipo religiosos relacionados con el toro y fuego.
Esos ritos, de carácter ganadero, se solían celebrar coincidiendo con la entrada del verano a finales de junio. Esta festividad pagana se mantuvo largo tiempo. Tras el Concilio de Constantinopla del año 680, sufrió un generalizado proceso de cristianización haciendo coincidir esta fiesta con el 24 de junio, fecha de nacimiento de San Juan Bautista.
La Iglesia lograba así cristianizar los ritos a través de las hogueras, danzas, saltos, quema de objetivos, paso sobre las brasas de personas y ritos con toros que solían hacer los vettones para purificar las almas o buscar el aumento de la fertilidad o la prosperidad.

Los primeros documentos escritos que hacen referencia a los toros de San Juan en Coria se remontan al siglo XIII, donde se hacía mención a las “carreras” en el casco antiguo y la importancia de San Juan y su relación con temas ganaderos.
A finales del siglo XV, Coria contribuyó a la Guerra de Granada y para ello “se cobraron en el obispado el quinto de los ambitestados de los bienes mostrencos y de las corridas de toros”, lo que demuestra la importancia del toro en Coria en eta época.
La bula que Pío V dictó en el siglo XVI para prohibir los toros no acabó con el toro de Coria. Todo lo contrario. Poco después, se quebrantó esa orden y el corregidor y los regidores fueron excomulgados de la Iglesia. El toro siguió saliendo por las calles de Coria y ellos fueron absueltos. Demostraron, ante la Real Audiencia de Valladolid, que “en esta ciudad había costumbre inmemorial de correr los toros por las calles en distintas festividades, con conocimiento y aprobación de los Prelados, canónigos y clérigos, participando éstos activamente en las fiestas”.

Los sanjuanes de Coria comienzan el 23 de junio con la llegada de los bueyes desde los corrales, situados a las afueras de la ciudad, hasta la plaza mayor del municipio. Durante este recorrido se cruza el Río Alagón, conmemorando el camino que seguían antiguamente para llevar los toros a la ciudad.
Ese mismo día, a la noche, en la Plaza Mayor se realiza la “Quema del capazo”. Alrededor de una hoguera, la gente baila toda la noche hasta que se apaga. Es el preludio de lo que se avecina: celebrar la vida con el toro en la calle.
Hasta el 29 de junio se sueltan hasta 12 toros, tanto por la mañana como por la tarde y de madrugada. Una de las mayores peculiaridades es que el toro corre a su libre albedrío, sin sogas ni ataduras, desplazándose por todas las calles y plazas del recinto amurallado”.
Dos son los momentos mágico en los sanjuanes de Coria. El primero es el encierro y la lidia del toro en la Plaza Mayor para después de tres toques de esquilón acabe soltándose por el casco antiguo amurallado.

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